La fuerza de la sangre
Esto era una familia que paseaban por las calles de Toledo, de vuelta a casa, se cruzaron con cuatro hombres, riéndose y burlándose, por el otro lado Leocadia y su familia, iban rezando para llegar con bien a casa. De los cuatro hombres uno de ellos Rodolfo se había fijado en Leocadia que por su belleza no le produjo otra cosa que volver a por ella y robarla de compañía de sus padres. La robó y la llevó a su casa con los ojos vendados y casi desmayada a su aposento a la fuerza y contra su voluntad y sin su consentimiento la hiso suya. Leocadia ya vuelta en sí siendo ya consciente de su desdicha y deshonra , pedía a aquel hombre que terminase con su vida, ya que en ese momento había acabado con su honra o que por lo menos no contase a nadie lo sucedido. Que la deshonra es menor cuando es en secreto, y es mayor cuando se es público. Aquel hombre, al terminar de gozarla, la dejó encerrada en la habitación, mientras el marchó a buscar consejo d...